Eclipse I.
Exquisito paralelismo del
universo
detallado de dualidades de luz y oscuridad
de manantiales de estrellas
que nunca pidieron ser admiradas...
Mi
Máxima virtud...
distinguir,
singularizar
y
potencializar tu belleza
entre
millones de siluetas...
En ese
mi tan atrevido
y
pedante apetito
de
transmitir al mundo
tu
unicidad de ser mujer...
Tesoro de tus pensamientos
frenesí de tus mutismos
pausas de tus erotismos y anhelos
en ese lapsus del universo...
Desdoblamiento de imágenes
ruborización onírica
y encapsulamiento de tus miedos
Destellos de tiempos conjugados
y extracto de tus risitas al aire...
Tan
claro y purificado
mi
disfrute y placer,
en ese momento…
en ese lapsus…
en ese instante…
en que la estética, la luna y las estrellas
te cedieron
su sagrario...
Máximo
goce y honor
del
disfrute totalitario, desmesurado
de las
citas contigo misma
He de
asumir sin recato
todas
aquellas sentencias,
espontaneas
de tus jugueteos...
de tus
eufóricos susurros…
He de
confesar que no existe tesoro
y
obsequio tan excitante,
como
el detalle altivo
de tu
libertad.
Prolífica
tu feminidad
elegante y estridente
silenciosa y procreadora
interminable e infinita
como mi amor por ti y la vida...
He ahí,
ante la opulencia
lo elegante y natural
de tu
erotismo y el portento
de rehilar
mis entrañas...
Te
mire ahí...
lustrando
tus alas
perfeccionando
tus labios
emancipando
tu felicidad
tus
pasiones y relicarios.
Nada
más deleitable
que
admirar la confianza
de tu
espontaneidad...
la
afabilidad articulada
de tu
espíritu mineralizado.
Y te
reclinaste perpetua
Sutil,
delicada y silenciosa
Incorporando
tus virtudes
Configurando tus sueños
Tus
tactos y horizontes.
César S. Gómez Sánchez.
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